Días atrás, mientras iba hacia la oficina, no pude dejar de observar una cartel que indicaba los días, minutos y segundos faltantes hasta el año 2008. Por algún extraño motivo, quedé perplejo observando el contador de segundos. Creo que nunca antes había tomado consciencia de la velocidad a la cual pasa el tiempo; la velocidad a la cual disfrutamos o desperdiciamos esta vida. De alguna forma no pude evitar pensar que ésa es también la misma velocidad a la cual envejezco, a la cual me acerco inexorablemente al final de mi vida.
Es cómico, porque al mencionarle este pensamiento a un amigo él me dijo: "Qué nefasto! Mejor no pensar en esas cosas". En cierto modo comprendo su reacción, la mayoría de la gente prefiere no pensar en las cosas que le desagradan o que están fuera de su alcance. Como la muerte, la injusticia, la disparidad social y la despreocupación por el prójimo. Y si bien es cierto que continuamente fomento que debemos aprender a controlar nuestra atención consciente de modo tal de saber concentrarnos mayormente en lo agradable y positivo de esta vida, el esconder la cabeza bajo la tierra, como el avestruz, puede ser un arma de doble filo.La clave es saber mirar las cosas agradables desde el punto de vista del protagonista (de esta forma sentiremos todas las sensaciones placenteras que dicho evento genera) y saber mirar los eventos desagradables desde el punto de vista del observador, disociados totalmente de la experiencia de modo tal de poder mirar dicho evento de lejos lo cual evitará sentir las sensaciones desagradables que sentiríamos si fuésemos protagonistas.
Ese es exactamente uno de los grandes secretos de la vida: saber asociarse a las experiencias agradables y saber disociarse de las experiencias desagradables. Lamentablemente la mayoría de las personas hacen exactamente lo opuesto. Por ejemplo, ven las 'noticias' (que dicho sea de paso deberían llamarse 'malas noticias' ya que el 90% de lo supuestamente informado corresponde a robos, accidentes, violaciones y estafas) y luego se asocian con esas experiencias. Las siguientes frases ponen en evidencia dicho proceso: "Qué horror! Te imaginas lo terrible que debe ser vivir algo así...", "Que hay si me hubiera pasado a mí...".
Entiende que dichas frases son más que expresiones sin sentido, son exactamente la representación verbal de lo que el individuo está pensando; en otras palabras, la persona se vio (visualizó) a sí misma sufriendo el mismo evento que acaba de ver en la televisión, aun cuando está cómodamente sentada en su hogar.
El ser totalmente optimista y no pensar en lo negativo puede ser tan peligroso como el ser totalmente pesimista y no pensar en lo positivo. Ambos desaprovechan una de las componentes que generan motivación. Recuerda que en la vida todos nos motivamos alejándonos del dolor y acercándonos al placer. Es una máquina que tira y empuja, nos saca de un lado y nos acerca hacia otro. Ambas fuerzas se complementan trabajando en forma combinada y simultánea.
En pocas palabras, el secreto no está en no pensar que el segundero avanza. El secreto está en tomar conciencia de ello, para vivir disfrutando al máximo de cada uno de esos segundos..Vive con pasión y entusiasmo sabiendo que TÚ TAMBIÉN PUEDES ...
Es cómico, porque al mencionarle este pensamiento a un amigo él me dijo: "Qué nefasto! Mejor no pensar en esas cosas". En cierto modo comprendo su reacción, la mayoría de la gente prefiere no pensar en las cosas que le desagradan o que están fuera de su alcance. Como la muerte, la injusticia, la disparidad social y la despreocupación por el prójimo. Y si bien es cierto que continuamente fomento que debemos aprender a controlar nuestra atención consciente de modo tal de saber concentrarnos mayormente en lo agradable y positivo de esta vida, el esconder la cabeza bajo la tierra, como el avestruz, puede ser un arma de doble filo.La clave es saber mirar las cosas agradables desde el punto de vista del protagonista (de esta forma sentiremos todas las sensaciones placenteras que dicho evento genera) y saber mirar los eventos desagradables desde el punto de vista del observador, disociados totalmente de la experiencia de modo tal de poder mirar dicho evento de lejos lo cual evitará sentir las sensaciones desagradables que sentiríamos si fuésemos protagonistas.
Ese es exactamente uno de los grandes secretos de la vida: saber asociarse a las experiencias agradables y saber disociarse de las experiencias desagradables. Lamentablemente la mayoría de las personas hacen exactamente lo opuesto. Por ejemplo, ven las 'noticias' (que dicho sea de paso deberían llamarse 'malas noticias' ya que el 90% de lo supuestamente informado corresponde a robos, accidentes, violaciones y estafas) y luego se asocian con esas experiencias. Las siguientes frases ponen en evidencia dicho proceso: "Qué horror! Te imaginas lo terrible que debe ser vivir algo así...", "Que hay si me hubiera pasado a mí...".
Entiende que dichas frases son más que expresiones sin sentido, son exactamente la representación verbal de lo que el individuo está pensando; en otras palabras, la persona se vio (visualizó) a sí misma sufriendo el mismo evento que acaba de ver en la televisión, aun cuando está cómodamente sentada en su hogar.
El ser totalmente optimista y no pensar en lo negativo puede ser tan peligroso como el ser totalmente pesimista y no pensar en lo positivo. Ambos desaprovechan una de las componentes que generan motivación. Recuerda que en la vida todos nos motivamos alejándonos del dolor y acercándonos al placer. Es una máquina que tira y empuja, nos saca de un lado y nos acerca hacia otro. Ambas fuerzas se complementan trabajando en forma combinada y simultánea.
En pocas palabras, el secreto no está en no pensar que el segundero avanza. El secreto está en tomar conciencia de ello, para vivir disfrutando al máximo de cada uno de esos segundos..Vive con pasión y entusiasmo sabiendo que TÚ TAMBIÉN PUEDES ...
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