Áceptar que la pérdida forma parte de la vida, a veces conduce a la plenitud. Esto no significa que debas dejar pasivamente que las cosas te escapen y fingir que no te importan. Significa tener suficiente valor para retener lo que puedas mientras puedas, aunque sepas que no durará. Fíjate en este poema " Para vivir en este mundo has de ser capaz de hacer tres cosas: amar lo que es mortal; retenerlo contra tus huesos sabiendo que tu propia vida depende de ello; y cuando llegue el momento de dejarlo ir, déjalo ir".
Una de las mejores formas de alcanzar esa tranquila confianza es animarse. ¡Ríete un poco! Deja de tomar a todo el mundo tan en serio, incluyendote a ti mismo. Admite que todos somos humanos y tenemos nuestras debilidades. Todos somos medio bobos y torpones, asi que no juzgues a la gente con excesivo rigor. Si lo haces, te vuelves mezquino, amargo y desagradable, y nunca saldras adelante así. Procura, en cambio, desarrollar tu sentido del humor y de la compasión