martes, 15 de diciembre de 2009

LA BUSQUEDA DE UNA RELACION


· Con tantas relaciones humanas mediatizadas por dispositivos tecnológicos como el teléfono y los ordenadores, el contacto entre las personas pierde la intimidad necesaria para establecer relaciones individuales y a su vez comunidades.
· Ninguna relación es perfecta.
· Pese a las ventajas del acceso a Internet y los viajes en avión, el exceso de velocidad hace estragos en cualquier relación.
· Aristóteles creía que la felicidad es algo mas que mero placer, diversión o entretenimiento. Escribió que tales cosas son pasajeras, no perdurables y que vienen de fuera de uno, mientras que la plenitud procede de dentro. A esta felicidad la llamó “excelencia de carácter” porque la veía fruto de alcanzar las virtudes clásicas de la sabiduría, la templanza, la valentía y la justicia (las virtudes cristianas- fe, esperanza y caridad). Cuanto mayor sea la facultad de pensar de una persona, mayor será su felicidad. La felicidad tiene que ser una forma de contemplación.
· La naturaleza tenía previsto que no necesitáramos muchos pertrechos para vivir felices; cada uno de nosotros es capaz de crear su propia felicidad. Las cosas externas apenas tienen importancia. Todo lo que un hombre precisa está más allá del poder de otro hombre (Séneca).
· Aristóteles como Confucio, creían que la Virtud, como el Vicio, es un hábito.
· Nos vemos reflejados en los demás, de modo que las relaciones personales nos ayudan a conocernos mejor.