martes, 6 de octubre de 2009

FÓRMULAS PARA EL REJUSTE DE UNA MEJOR ACTITUD:

1º CAMBIAR DE CARA. El secreto esta en rebuscar en nuestro interior el sentido del humor. Seamos creativos al respecto y riámonos del mundo y de nosotros mismos, si es necesario. Esfuércese en sonreír, muy a menudo, siempre que pueda. Póngase delante de un espejo y véase a sí mismo sonriendo. ¡Cambie su cara y cambiará su actitud!.
2º SIMPLIFICAR. Elimine de su vida lo superfluo, lo molesto, lo negativo, lo que le obstruye. Nos rodeamos de demasiadas cosas sin valor, de demasiados compromisos y ocupaciones por obligación, que nos inducen a la postergación, una de las actitudes más negativas y paralizantes. Rehuya las relaciones “gastadas”, incómodas, no apetecibles o negativas.
3º TRANSMITA SU ACTITUD POSITIVA A LOS DEMÁS. Transmítala conscientemente y con alegría. Cuanto más difícil le resulte hacerlo más necesario es conseguirlo.
4º VÉASE MEJOR A SÍ MISMO. Los seres humanos somos injustos con nosotros mismos, Influenciados por nuestra actitud negativa y/o por las opiniones de los demás. ¿Qué actitud podemos transmitir sin no existe la autoestima? ¿Cómo podemos mantener una actitud positiva si somos negativos respecto a nosotros mismos? La mayoría de los seres humanos buscan el respeto, la confianza y la motivación en todas menos dentro de sí mismo y por eso no las encuentran jamas.

5º HABLE CONSIGO MISMO. Háblese, discuta, censúrese, dese ánimos, aconséjese, hágase preguntas tales como: ¿Por qué soy feliz? ¿Desde cuando no estoy orgulloso de mí? ¿Cuál es mi misión en la vida? Piense las respuestas y contéstese.
6º DESCUBRA SU MISIÓN EN LA VIDA. Piense profundamente cual es su misión en la vida, respecto a su familia, amigos, jefes, compañeros, trabajo, sociedad y entorno. Pregúntese que pueden esperar lo demás de usted; por que se alegrara de vivir el próximo año; pregúntese que desea que recuerden los demás de usted cuando muera. Las respuestas han de descubrirle su autentica misión, una declaración de propósitos que den un mas amplio sentido a la vida, a su trabajo, a sus relaciones con los demás. Es la diferencia entre “acarrear piedras y construir una catedral”.
Para ayudarle a descubrir esto tan importante, le sugerimos un ejercicio: Piense que el médico le ha pronosticado que sólo le queda un año de vida (¡Dios no lo quiera!). En estas circunstancias, ¿cuál sería su meta más importante? Cuando lo haya decidido, escríbalo en una frase de, máximo cinco palabras y dibuje la idea en una cuartilla. Después manténgalo siempre a la vista y conviértalo en su lema, en su estrella Polar.

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